Aunque Snipe fabrica distintos tipos de calzado en Vall de Uxó (Castellón), es conocida sobre todo por sus náuticos de piel. Un modelo clásico que apenas ha cambiado con el paso de los años. Por eso resulta interesante preguntarse si siguen mereciendo la pena hoy en día. En plena era de internet, la moda rápida y la fuerte competencia asiática, ¿cómo es posible que estos zapatos atemporales continúen en los escaparates?
Clásicos y atemporales
Los zapatos náuticos son un calzado informal que muchos asociamos con la época del colegio, cuando llevábamos los Gorila (marca que pertenece al mismo grupo que Callaghan). Sin embargo, siguen siendo un zapato cómodo y, sobre todo, duradero. Está claro que unos Oxford, Derby o incluso unos mocasines pueden ser una elección más versátil, pero los náuticos —especialmente los modelos con suelas más robustas— son una gran alternativa tanto con vaqueros como con pantalones chinos. Eso sí: con traje, están prohibidos.
Si eres de los que van en zapatillas deportivas de enero a diciembre, probablemente ni te plantees este tipo de calzado. Pero lo cierto es que son ideales para el día a día: sus suelas de goma antideslizante funcionan muy bien en días lluviosos y, además, resultan muy cómodos. En esa época de entretiempo, cuando aún es pronto para ponerse botas, los náuticos se convierten en una opción a tener en cuenta. Sí, prefiero las típicas zapatillas de ante, pero hay que reconocer que los náuticos se limpian con bastante más facilidad.
Snipe 21201: Made in Spain
Hay multitud de modelos que son, prácticamente, iguales a estos Snipe en cuanto a diseño. Algunos con precios mucho más altos (Camper, Martinelli, Sebago o Timberland), otros con precios similares (principalmente Callaghan) y muchos más —la gran mayoría— mucho más baratos, como los de Zara, Shein, Temu o marcas como Lois y Payma.
¿En qué se diferencian? Los Snipe se fabrican en España, con piel auténtica tanto en el exterior como en el interior, cosidos a mano y con suelas de goma antideslizantes. Las marcas más económicas suelen recurrir a materiales sintéticos, lo que se nota en la durabilidad y, sobre todo, en la transpirabilidad.
En cuanto a las marcas de mayor precio, en mi opinión, muchas veces solo estás pagando el prestigio de la marca, ya que la calidad es muy similar a la de Callaghan o Snipe.
¿Merecen la pena?
El tiempo que los he probado, me han parecido muy cómodos, sobre todo a medida que pasan los días. No es como los Callaghan, que desde el primer momento se sienten muy cómodos y con un tacto casi “esponjoso”; los Snipe se notan más firmes al principio, y con el uso se van adaptando al pie.
En la lluvia de Galicia su suela antideslizante se ha comportado muy bien. Además, gracias a ese tipo de suela, es fácil reemplazarla en un zapatero cuando se desgaste, algo que resulta más complicado con los Callaghan.
Aun con estas buenas sensaciones, su precio oficial es de 89 euros, y a ese precio diría que no merece la pena comprarlos. No porque sean malos, sino porque prácticamente todas estas marcas hacen rebajas. Quizá la propia marca no, pero en tiendas como El Corte Inglés o Amazon es fácil encontrar Camper, Timberland o incluso los Snipe más baratos que su precio oficial. Es habitual verlos en torno a los 70 euros, y ese es el momento ideal para comprarlos, ya que la relación calidad-precio es mucho más alta.
Los modelos de Payma o Lois (también fabricados en España) rondan los 60 euros, y los de tiendas fast fashion suelen ser aún más económicos. Si quieres invertir poco pero prefieres fabricación local, Payma y Lois, pueden ser una buena opción. Aunque en rebajas, unos Callaghan o unos Snipe pueden costar casi lo mismo.
En este sentido, los grandes perdedores serían marcas como Camper, cuyo precio de salida es de 199 euros y, aunque en rebajas puede bajar considerablemente, sigo creyendo que no compensan en comparación con los Snipe.