Primeramente, como sabréis, yo prefiero adquirir productos fabricados localmente. Y hay bastante donde elegir. Hussars, Asket, Minimalism Brand, Trendsplant o Sunspel cuentan con bañadores en su catálogo. Además, están fabricados en Europa (principalmente en España y Portugal).
Eso sí, son bañadores que superan los 50 euros; en el caso de la firma inglesa, incluso superan los 150. Y estas marcas —salvo Sunspel o Trendsplant— no suelen hacer rebajas, ya que ofrecen durante todo el año su mejor precio. Algo de lo que muchas otras marcas deberían tomar nota.
Lamentablemente, aún no he podido probar ninguno de ellos. Pero si estás interesado en bañadores que no vengan de Asia, el precio no es un problema y buscas una calidad que —se presupone, por las marcas mencionadas— es superior a la del fast fashion, pueden ser una buena opción.
Polo Ralph Lauren vs Arena
¿Por qué me he decidido a probar estas dos marcas? Arena es una marca italiana especializada en ropa de baño, cuyos precios oficiales suelen ser altos. Polo Ralph Lauren, por su parte, es una marca de lujo o, al menos, premium, muy popular y también muy falsificada. Sus productos, con el icónico logo del jugador de polo a caballo con el mazo en alto, suelen tener precios elevados.
Mi idea es comprobar si un producto de una firma de renombre es mejor que el de una firma especializada. Ambos bañadores tienen un precio de salida muy similar. Es cierto que la marca americana hace rebajas, por lo que es recomendable esperar y comprar sus productos en esos momentos. Bien en su tienda oficial o en otras como El Corte Inglés, es fácil encontrar descuentos del 50 % o más.
En cuanto a Arena, aunque sus precios oficiales están inflados, en tiendas como Amazon pueden encontrarse por unos 25 euros. Para ponerlo en contexto: los de Zara suelen costar eso. Pero esta es una marca que lleva muchos años fabricando bañadores. También para competición.
¿Cómo es un bañador “caro”?
El precio oficial del bañador de Polo Ralph Lauren es de 99 euros. Está fabricado en Turquía con poliéster reciclado. El tacto es agradable, aunque atrae muchas pelusas. La red interior es cómoda, y el cordón está rematado con herretes metálicos. ¿Qué justifica ese precio? A simple vista, lo único que parece justificar su precio es el logo bordado en un lateral.
Y lo peor: en el primer lavado en agua fría, el bañador destiñó. Tanto el cordón como la malla interior tomaron el mismo color. Es cierto que la etiqueta recomienda lavarlo con colores similares, pero no parece un comportamiento aceptable para un bañador de casi 100 euros.
¿Lo mejor? Seca razonablemente rápido, mantiene su forma tras varios lavados y podría pasar por un pantalón corto. Entre el logo y el tipo de corte, puede llevarse con una camiseta y unas zapatillas. Pero ni siquiera eso justifica su precio. Quizá, en rebajas, por menos de 30 euros, podría ser una opción si nos gusta llevar logos.
¿Arena viene de Adidas?
La historia de Adidas y Puma es fascinante, y la de Arena también tiene su interés. Esta marca fue fundada en los años 70 por el hijo del creador de Adidas. En sus inicios fabricaba localmente en Francia, aunque actualmente produce muchos de sus productos en China. Es el caso de este bañador.
El bañador de Arena no parece, ni de lejos, un producto caro. Su tacto es algo áspero, aunque la red interior no resulta molesta. Seca rápido y, a diferencia del de Ralph Lauren, no ha desteñido en absoluto. Eso sí, los herretes son de plástico, y probablemente aparezcan flecos en los cordones y continue perdiendo su forma tras algunos lavados.
A su precio oficial no merece la pena en absoluto, pero a precios de fast fashion sí puede ser una buena compra. Tendrás un bañador que dure varios veranos. Sí, hay excepciones (puede que tengas uno de Primark desde hace diez años), pero por lo general, es ropa con una vida útil corta. En este caso, sin ser extraordinario, el de Arena ofrece una durabilidad razonable por unos 20–25 euros en oferta.
¿Cuál es mejor?
Si tuviese que elegir uno, sin duda sería el de Arena. Es razonablemente cómodo, seca muy rápido y su precio ronda los 20 euros en tiendas como Amazon. El de Polo Ralph Lauren, aunque fabricado en Turquía, es un imán para las pelusas, ha desteñido y puede tardar algo más en secar. Si a eso le sumamos su precio exageradamente alto (aunque en rebajas pueda costar menos), yo no me decantaría por él.